"Unos nacen tontos, otros tontos no son, y otros hacen tontos, a los que tontos no son" Proverbio Popular.

no sabe ná...
-La inteligencia natural es un don que hace de algunas personas seres especiales. Normalmente se da en gente sin educación y con una vida dificíl, que a pesar de su condición, son capaces de dar verdaderas lecciones de sabiduría.
- Pues esto, se aplica al dedillo a la gitana de esta historia real. Relata la conversación entre un notario de pueblo y una gitana el día de la firma de un préstamo hipotecario, en el que la señora y su marido avalaban al hijo y a su novia en la operación. Y ocurrió así:
-Dice el notario de esta historia con muy buen criterio que: "
Siempre digo a mis clientes que me pregunten, que no tengan prisas, que la hipoteca la podemos leer en cinco o cincuenta minutos, pero que luego estarán toda la vida pagándola, que no firmen si no están de acuerdo, que si leo rápido me pidan que vaya más lento, y que si no entienden simplemente me lo digan, porque son ellos los que más se beneficiarán si lo hacen".
-Y así hizo. Cuenta además que, a pesar del aparente machismo en la etnia gitana, aquí quién llevaba los
calzones era la gitana madre y que el marido aunque aparentaba seriedad, era como aquel del chiste en el que la mujer le dice al marido:
-¡Paco quita el fútbol y baja la basura! -¡Cualquier día de estos cojo la puerta y...! -¿¡Y!?.
-Y la lijo y la barnizo, que falta le hace. -Pues eso, que mandaba ella.
- No sabía ni le importaba que era el Euribor, ni la cláusula suelo y empezó diciendo: "
miarma a mi no me hables en leuros, que yo me entiendo en duros y ya las pesetas me cuestan una jartá trabajo".-Al concluir la lectura de la escritura, el notario pregunta si tienen alguna duda o algo que comentar, y es cuándo la gitana se lanza y dice:
-Vamos a ver “Don Notario” esto del préstamo con “empotecamiento” es como si el banco me da un saco de garbanzos y me dice que le devuelva un potaje ¿no?.
- Y continúo diciendo: Mire Ud el banco me da dinero, que es como si me da un saco de garbanzos, y a cambio me dice: tu me devuelves el dinero con interés que es lo mismo que si me dice me devuelves los garbanzos, pero además le echas unas verduritas, una pringá, lo pones a fuego lento y me haces un potaje.
Pero eso no es malo “Don Notario”. La gente pasa mucha “jambre” y el banco también tiene “jambre”, es normal que quieran comer potaje las “criaturitas”.
-Sin parar, dijo:
“Don Notario” Ud me ha “dijío” que la casa es “der niño” ¿no?. A lo que el notario le dijo que sí.
“Pos” entonces “er” banco se come el potaje del “parné”, pero deja “ar niño” “meten” la cuchara en “er potaje del parné” y también le deja que se coma solito con la novia “er potaje de la casa“.
- Ante tal fenómeno, el notario no se contuvo y le preguntó: Mire Ud señora, a mi me preocupa mucho la situación económica actual, y la crisis que padecemos,
¿Cómo cree Ud que puedes devolver un potaje si sólo te han dado unos garbanzos y no hay manera de encontrar ni verduras ni pringá?.-A lo que respondió, no después de pensar lo que realmente le preguntaba:
“¿Cizi?” yo ” zi que zé” lo que es la “Crizi”; yo me he tirado “toita la via” trabajando, pasando “mizeria”, “jir” (frío), jacha (calor) y “orobando” (llorando), pero en mi casa nunca ha “fartao” un potaje como Dios manda. Del “empotecamiento zardremo como za zalío toa la vida”.-Ahora “er niño” en vez de levantarse a las cinco, que se levante a las cuatro, que “atrinque la flagoneta”, y que me monte ” má mejón er tenderete en el mercaillo”; que “ze deje de pircing” y le compre a mi niña un “collá bonito”; y que no me beba más cubatas, así gritará más fuerte que la del tenderete de “ar lao” (la bula der bato pa la der tenderete -susurró-) y que “zarga” del “empotecamiento” pronto, que aún nos “quean” muchos zagales por casar y los tendremos que “avalá”.
-Lo único que ha pasado es que la gente se ha “jinchao” a “comé” potaje estos años, y ahora les pasa lo que les pasa a todos los que se comen del tirón cinco kilos de garbanzos con “tos” sus avíos….
-Increíble ,¿verdad?. Que sabiduría la de la gitana.
-Pues esta historia real le ocurrió al Sr. " Don Notario" Francisco Rosales de Alcalá de Guadaira y se puede leer el artículo original en su magnífico blog,
aquí.